on Tuesday, September 2, 2014

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Inexplicablemente, un niño de tres años le llora sin consuelo a la luna cuando no puede verla en el cielo. Cuando vuelve a salir de entre las nubes, se pone muy feliz, pero al ver que vuelve a ocultarse, rompe en llanto otra vez. Es un encuentro de sentimientos al que hasta ahora nadie le encuentra explicación. ¿Usred qué opina? ¿Ha visto casos similares?